En Clínica Dental Litoral trataremos de que tus hijos se sientan como en el recreo. La visita al dentista debe ser percibido como algo normal y periódico, para garantizar esa salud bucal durante la infancia y en la etapa adulta.
La odontopediatría es la rama de la odontología encargada de tratar a los niños.
Se encarga de detectar posibles anomalías en la posición de los maxilares o dientes para remitir al ortodoncista y de hacer un tratamiento restaurador en caso de necesitarlo.
El tratamiento restaurador principalmente se compone de tratar los traumatismos, usar selladores que tienen la función de obturar levemente los surcos y fisuras de las piezas dentales para evitar posibles caries, y en tratar las caries producidas y sus consecuencias.
Las lesiones ocurridas en la dentición temporal se tratarán para evitar que, en el peor de los casos que luego repercuta en su sucesor.
Enfermedades incluidas en la odontopediatría
-Alteración en el número, tamaño y forma de los dientes de origen congénito, por ejemplo ausencia congénita de dientes, existencia de un número de dientes superior al normal, piezas dentales de tamaño superior al normal y piezas dentales de tamaño inferior al normal.
-Anomalías de la estructura y color de la dentición. Por ejemplo, la hipomineralización de incisivos y molares, la fluorosis dental, la alteración del esmalte dental de origen hereditario, la alteración de la dentina, las alteraciones dentales por carencia de vitamina D y la pigmentación anómala por el uso de antibióticos del grupo de las tetraciclinas.
-Caries. El objetivo es evitar todas las caries de los niños, incluyendo la llamada caries del biberón, característica de los niños pequeños que duermen con un chupete empapado en alguna sustancia dulce, como azúcar o leche condensada.
Son muy importantes las medidas preventivas, incluyendo en primer lugar la detección temprana de los principales factores que debilitan el esmalte dental volviéndolo más propenso a padecer caries y consejos sobre alimentación, cepillado y sellado de fisuras.
Las complicaciones de la caries pueden ser múltiples, incluyendo pulpitis y formación de abscesos.
Traumatismos dentales
Muy corrientes en la infancia y adolescencia, en este apartado se incluye la avulsión o perdida completa de la pieza dental por salida de su alveolo, el tratamiento recomendado en este caso sería la reimplantación de la pieza en el menor plazo de tiempo posible, obteniéndose los mejores resultados cuando la reimplantación se produce antes de 30 minutos tras el accidente.
El traumatismo es la patología más frecuente en niños de 7 a 11 años, en dientes temporales ante un traumatismo se suele producir una luxación y en dientes permanentes una fractura, en estos últimos los dientes más afectados son los incisivos centrales superiores permanentes.
El tratamiento depende del tipo de daño, en dentición permanente, si tenemos un diente fracturado con exposición pulpar menor de 2 mm y de menos de 12 horas de evolución, se hará un recubrimiento directo con hidróxido de calcio, si la lesión de más de 2 mm y de más de 12 horas, se realizara endodoncia o pulpotomía y a continuación reconstrucción.
En los casos en los que por el traumatismo se produzca una avulsión,(desprendimiento total del diente fuera de la cavidad), está indicado el reimplante si han pasado menos de 120 minutos, si ha pasado más tiempo el porcentaje de fracaso es del 100%. El transporte de la pieza deberá ser en la propia boca del paciente, o de algún familiar, en leche o en suero. Está totalmente contraindicado frotar o cepillar el diente en cualquier momento ya que se perdería la posibilidad del reimplante.
Tratamientos pulpares
-Recubrimiento indirecto. Antes de poner en práctica este procedimiento se debe estar seguro de que el diente en cuestión no presenta dolor espontáneo ni nocturno, que los antecedentes de dolor no sobrepasan las dos semanas de evolución, que es un dolor provocado que cesa al retirar el estímulo doloroso, que en los tejidos blandos alrededor del diente no se encuentra la encía inflamada o edematizada, ni presenta una fístula activa o si cicatriz cerca de la raíz del diente, radiográficamente no debe presentar reabsorción ósea y la raíz debe tener al menos 2/3 de su longitud total, no presentar reabsorción interna ni cambio de color (obscuro, rosado o amarillo) que indiquen alguna patología pulpar preexistente, también se deberá confirmar la ausencia de cálculos pulpares.
-Recubrimiento directo. El recubrimiento directo suele no usarse en dientes temporales por el riesgo que entraña su fracaso. La pulpa de los dientes temporales ya no tiene la capacidad de reparar la comunicación pulpar debido a que el tejido pulpar, histológicamente, está cerca de la degeneración fibrosa, propia de los dientes próximos a exfoliación. Sin embargo si la pieza involucrada es joven y se mantiene aislada adecuadamente en el momento de la comunicación, existen reportes de éxito con algunos materiales como el MTA .
-Pulpotomía. Se realiza en dientes temporales, y consiste en eliminar parte de la pulpa del diente. Para realizarla se elimina una parte de la pulpa dental y se coloca un material que servirá para favorecer la cicatrización y así conservar la vitalidad pulpar radicular. Está indicada en exposición pulpar cariosa a traumatismo en un diente asintomático y en caries que clínica y radiológicamente se acerca a la pulpa.
-Pulpectomía. Es la eliminación total de la pulpa de la cámara coronaria así como la pulpa radicular para luego rellenar los conductos con óxido de zinc eugenol. Está indicada en aquellos casos que se quiera conservar el diente por razones de mantenimiento de espacio en las que no sea factible poner un mantenedor de espacio y tengamos la pulpa radicular afectada
-Apicoformación. Tras realizar el procedimiento, cuando se observe radiográficamente un cierre apical o cierre del ápice se hará una endodoncia.
Mantenedores de espacio
Los dientes están sometidos a fuerzas que se anulan entre sí: oclusal que es la producida al morder, muscular producida por lengua, labios y buccinador y eruptiva que es la fuerza producida al erupcionar.
En dentición temporal las fuerzas oclusales no desplazan los dientes y permiten que se mantengan los diastemas. Por el contrario, en dentición permanente, los dientes erupcionan con fuerzas que los dirigen hacia mesial, esta fuerza de erupción en contrarrestada por el mismo diente que está en mesial, cerrándose, de esta forma, el espacio que hubiera entre ambos. Todas estas fuerzas se desequilibran cuando un diente temporal se pierde, pudiendo ocasionar migraciones no deseadas, con la consiguiente pérdida de espacio, lo cual hará que el diente de recambio no erupcione donde debiera y a raíz de eso necesidad de un tratamiento ortodóncico, volcamiento de dientes, malposiciones, sobreerupciones, etc., por lo tanto hay que poner algo en el lugar del diente perdido para no perder ese espacio. La dentición temporal es estable hasta los 3 años que hay un componente mesial de fuerzas que aumenta a los 6 años con la erupción de los permanentes. Para evitar estos problemas estará indicado usar un mantenedor de espacio que es un dispositivo pasivo que imitando la dimensión mesio distal del diente perdido impide la migración del diente adyacente.
Maloclusiones y trastornos
Ocasionados por alteraciones de los espacios entre las piezas dentales, dentro de este grupo se incluyen las erupciones tempranas y las tardías.
Algunas maloclusiones son secundarias a determinados hábitos como la succión digital o a patologías nasales que causan respiración bucal continuada y que de no ser tratado a tiempo conllevaría la necesidad de tratamiento de ortodoncia en el futuro.